Existe una vasta literatura sobre el coaching con docenas de definiciones y comparaciones con metodologías similares o análogas, la palabra no ha sido traducida, y también se utiliza con muchos significados diferentes. 
A continuación, se incluyen 3 definiciones complementarias y las razones por las que han sido elegidas.

La primera definición es la de ICF – International Coach Federation – la mayor asociación de coach profesionales en el mundo, que a través de sus 21.400 miembros en más de 110 países, se ocupa de la promoción del arte, la ciencia y la práctica del Coaching Profesional.

ICF define el coaching como partnership con los clientes que, a través de un proceso de creatividad, estimula la reflexión, inspirándoles a maximizar su potencial personal y profesional.

Esta definición, elegida por la autoridad de quién la formulò, se inscribe en un contexto de reglas que ICF ofrece a sus miembros y a los coach que requieren una certificación. Para más detalles, en particular, sobre el código de ética, se puede visitar los sitios web www.icf-italia.orgwww.coachfederation.orgwww.icf-es.com

La segunda definición es debida a Timothy Gallwey citado por Sir John Whitmore: liberar el potencial de una persona para maximizar el rendimiento … no enseñar, sino ayudar a que aprendan.

Esta definición, generada por el primero que utilizó el coaching en el deporte, deja claro que esta metodología tiene como objetivo principal la mejora del rendimiento y que el coach no es un profesor o un experto, es una persona que acompaña el aprendizaje mediante la creación de las condiciones adecuadas.



La tercera definición explica en términos claros y sencillos como tiene lugar una sesión de coaching: el proceso de coaching es, básicamente, una conversación, un diálogo entre el coach y el cliente en un contexto productivo y orientado a los resultados. Una conversación en la que, haciendo las preguntas correctas en el momento adecuado, el coach anima y ayuda a considerar diferentes perspectivas y estrategias, donde “contexto productivo y orientado a los resultados” se refiere a la actitud positiva y activa del cliente, que lo hace responsable de lograr el resultado.