En un proceso de innovación continua, las aplicaciones del coaching aumentan cada día. Las más significativas a nivel empresarial son las siguientes:

Innovar la cultura de gestión de la empresa: la realidad cambiante de los mercados no permite referirse a experiencias anteriores de éxito, los directivos deben tener la capacidad de experimentar para encontrar nuevas posibilidades
Promover la integración de nuevos directivos en nuevos roles: directivos jóvenes o nuevos desafíos, el objetivo es convertir el potencial en resultados manejando el estrés y la urgencia de los objetivos.
Iniciar una nueva estructura organizativa: el cambio y la incertidumbre, metas agresivas y las dificultades del mercado. Una nueva estructura plantea cuestiones complejas e interrelacionadas que deben ser manejadas con conocimiento.
Apoyar a un directivo de una estructura en evolución: start-up en rápido crecimiento, manager de éxito frente a nuevos desafíos y realidades. La búsqueda de nuevos puntos de vista no es siempre un proceso obvio.
Optimizar la gestión de los empleados de un directivo: nuevas generaciones en la empresa, culturas y perspectivas muy diferentes. Los responsables del conocimiento y las tecnologías de comunicación crean situaciones nuevas, desconocidas anteriormente.
Crear equipos eficaces: objetivos compartidos, asunción de responsabilidades. Los equipos de proyectos o los comités directivos se enfrentan diariamente a desafios en los que los conflictos no resueltos impiden la consecución de resultados
Gestionar innovaciones en procesos: mejora continua, excelencia operativa. Las organizaciones se basan en la colaboración, mientras la capacidad para el análisis y el diálogo son cruciales para el éxito.

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